Más de la mitad de la población mundial vive actualmente en áreas urbanas, lo que ha convertido al ruido en uno de los principales contaminantes del entorno cotidiano. Incluso dentro de los hogares, los sonidos del exterior -como el tránsito, las personas o las obras- pueden afectar la salud física y mental, provocando estrés o insomnio.
A esta problemática se suma una característica propia del mercado inmobiliario argentino: la ausencia de reglamentaciones específicas sobre la insonorización en las construcciones. Esto hace que los ruidos internos, como los que se generan en las cañerías, también afecten directamente la calidad de vida de quienes habitan una vivienda, en especial en edificios como hoteles y hospitales.
Frente a esta situación, una empresa privada dio 10 consejos prácticos para reducir los ruidos no deseados dentro del hogar. Aunque no siempre es posible aplicar todas las recomendaciones, implementar algunas de ellas puede marcar una gran diferencia en el confort acústico, señaló la empresa Amanco Wavin.
- Puertas: reemplazar puertas huecas por puertas macizas con burletes ayuda a bloquear el ruido que ingresa desde pasillos o espacios comunes.
- Ventanas: optar por ventanas con doble o triple vidrio mejora notablemente la aislación sonora y térmica.
- Cortinas acústicas: ideales cuando no es posible modificar las ventanas. Suelen ser gruesas y pesadas, y reducen significativamente los ruidos exteriores.
- Paredes: una doble pared con material absorbente en el medio (como lana de roca o fibra de vidrio) o paneles de yeso de alta densidad con masilla acústica son opciones recomendadas.
- Suelos y techos: alfombras gruesas amortiguan el sonido de las pisadas, mientras que los cielorrasos acústicos o los techos con cámaras de aire reducen los ruidos que provienen de otras plantas.
- Electrodomésticos silenciosos: elegir aparatos identificados como “low noise” o “quiet mark” es clave para minimizar el ruido constante dentro del hogar.
- Tuberías: la calidad del sistema de desagüe impacta directamente en el confort acústico. Tuberías más pesadas y con materiales flexibles absorben mejor las vibraciones del agua.
- Ruido exterior: plantar arbustos o instalar paneles acústicos en jardines, así como optar por patios internos o muros dobles, son recursos útiles para hogares ubicados en zonas ruidosas.
- Diseño general: distribuir estratégicamente los ambientes puede mejorar el aislamiento: colocar dormitorios lejos de calles, baños o fuentes de ruido y ubicar oficinas en zonas interiores favorece el silencio.
- Recomendaciones adicionales:
Evitar superficies duras que rebotan el sonido y sumar elementos que lo absorban, como muebles acolchonados, libros o tapices. Los detectores de ruido también permiten identificar fuentes ocultas de sonido.
Contar con un hogar más silencioso no solo mejora el descanso y el bienestar, sino que también representa una inversión en calidad de vida. Aislar, distribuir y elegir correctamente cada componente del hogar es clave para transformar el espacio en un verdadero refugio frente al ruido urbano.